viernes, 25 de septiembre de 2009
Acércate con ese miedo
(tan parecido al mío)
y toca mi rodilla vestida
con tu mano desnuda.
Roza con tu hombro mi pecho,
hazlo sin lentes
y sin que nadie lo note.
Apacigua este pensamiento mío
siempre caótico
siempre culpable
o aliéntalo si te place...
No sé si un día sabré eso
de lo que ya tengo certeza:
No sé
pero presiento
que soy a la que
en tu almohada
no dejas de pensar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario