sábado, 26 de septiembre de 2009


¿Que por qué no te escribo?

Oigo tu pregunta
aún cuando ni siquiera
la has formulado

y responderé
con la verdad pura como niña
que se sabe oculta y protegida.

No te escribo
porque somos lo correcto
porque las bajas pasiones
entre nosotros son dulces
son evidentes
y hasta exigibles;

porque nos amamos limpiamente
sin trucos ni trampas
ni lodos ocultos;
porque el sexo entre nosotros
ya no tiene nada sucio.

Nos conocemos tanto.
Estamos cómodos
desnudos o vestidos...

y para escribir
necesito lo prohibido.