lunes, 13 de julio de 2009
Sueños de huapango I
Érase una culebrita,
de agua al parecer,
y decidió su cabeza
de su cuerpo desprender.
Y así vivió un tiempo
y como era de esperar,
más que vivir fue muriendo
enflacando más y más.
Compadecida una niña
que amaba a la viborita,
juntó las dos partes,
y ya muy agradecida,
se fue a recorrer el mundo
como le correspondía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
pfff ahora si te desataste
jajaja...
Así pasa a veces,
días de inspiración sin computadora...
Ahora que, me entró la duda, ¿me lo dices por el lapso de locura?
Publicar un comentario